Descubridor y etnógrafo
noruego, más conocido por su meticulosa investigación de campo y publicaciones
etnográficas de culturas indígenas de Australia y de las de Aridoamérica, en
México.
UN HISTORIAL TAN BRILLANTE COMO EXÓTICO
Lumholtz nació en
Fâberg, Noruega y se graduó en Teología en 1876 en la universidad de
Christiania (hoy universidad de Oslo).
Sobre su vida, el
investigador mexicano Luis Romo Cedano dice:
“Lumholtz fue un autor bastante singular por tres motivos
como mínimo: En primer lugar, por su nacionalidad; no era originario de Estados
Unidos, ni de España, ni de ninguna potencia europea, sino de Noruega. En
segundo término, por su curriculum, tan brillante como exótico: tras graduarse
en la Facultad de Teología, sus inclinaciones naturistas lo condujeron a
Australia. En tercer lugar se distinguió también por el propósito de su
presencia en México. Los otros extranjeros del siglo XIX observaban a los
indios como parte de un paisaje mexicano que recorrían por asuntos de negocios,
profesión o política. Por el contrario, el noruego vino a conocer a los indios
en su calidad de antropólogo, siendo de paso como echó una mirada a los demás
horizontes del país”.
Tras sus viajes de
estudio en Australia y algunos viajes a Europa, llegó a México en 1890, en
pleno porfiriato. En el primero de sus seis viajes al país llegó acompañado de
treinta personas y un centenar de animales, empezó a buscar en Chihuahua si
había descendientes de los indios, pueblo de Estados Unidos. Encontró que no
había, pero se apasionó por los grupos que estudió. Cuando llegó la revolución
interrumpió sus estudios y se fue a investigar a la India. Al final, murió
deseando explorar Nueva Guinea.
AUSTRALIA
Lumholtz viajó a
Australia en 1880, donde pasó diez meses. De 1882 a 1883 entre los habitantes
indígenas de la región Herbert-Burdekin, en el norte de Queensland. El libro
resultante Entre Caníbales es un
relato de cuatro años de viajes en Australia y de la vida silvestre con los
originarios de estas tierras.
Fue publicado en 1888 y
se recuera como una de las investigaciones etnográficas más detalladas sobre
los originarios de la región norte de Australia. Mientras que autores previos
habían comentado sólo la apariencia estética física y la cultura de los
habitantes de la región, Lumholtz desarrolló un nivel de investigación
académico que fue único en su época.
Las relaciones sociales,
actitudes, y el papel de las mujeres, fueron registrados por él por vez
primera.
MÉXICO
Lumholtz viajó después
con el botánico sueco Carl Hartman a México, donde se quedó muchos años y
dirigió varias expediciones patrocinadas por el Museo Americano de Historia
Natural, de 1890 a 1910. Como resultado de estas expediciones escribió el libro El México desconocido, cinco años de
exploración entre las tribus de la Sierra Madre Occidental; en la tierra
caliente de Tepic y Jalisco, y entre los Tarascos de Michoacán, publicado
por vez primera en 1902, en inglés.
En ese libro fue el
primero en describir la cultura de los indígenas del noroeste de México, tales
como los cora, pimas bajos, tepehuán
y en especial los tarahumaras, con
quienes vivió durante casi un año. Asimismo describió los lugares
arqueológicos, así como la flora y la fauna de la región de Sierra Madre,
llamada también Gran Chichimeca. Allí expresó:
“A menudo me dejaba estupefacto la ignorancia de los
mexicanos acerca de los indios que vivían a sus puertas. Salvo ciertos
especialistas distinguidos, aun los mexicanos inteligentes saben muy poco de
las costumbres y mucho menos de las creencias de los aborígenes”.
En 2012 la Comisión
Nacional para los Pueblos Indígenas publicó la obra en dos tomos, traducido por
Balbino Dávalos. Obras fundamentalmente de la Antropología y el Indigenismo en
México. En estos tomos se hablaba de apaches,
opatas, tarahumaras, tepehuanes del norte y un largo etcétera.
OTROS VIAJES A INDIA Y BORNEO
Lumholtz exploró
brevemente la India de 1914 a 1915, seguido por Borneo de 1915 a 1917, la cual
fue su última expedición.
Murió en Estados Unidos
en 1922, habiendo publicado hasta seis libros con sus descubrimientos.
Fueron diferentes los
honores que recibió. El Parque Nacional Lumholtz en Queensland fue nombrado en
su honor al crearse en 1994. También se puso su nombre a una conífera mexicana,
la pinus lumholtz y hasta una especie
de marsupial, el dendrolagus lumholtz,
también lo fueron en su honor.