ÁLVARO DE MENDAÑA Y NEIRA (1541 – 1595)



Adelantado y navegante español, llevó a cabo dos expediciones al Pacífico y descubrió las Islas Salomón y las Islas Marquesas.
Se conocen muchas cosas de los primeros años de su vida. Embarcó hacia el Perú con el nombre de Álvaro Rodríguez y Neira y en ocasiones se le denominaba Mendaña y Castro. En sus tiempos se lo identificaba como gallego, posiblemente de Neira. Pero según una investigación documental posterior, era de Congosto, en la comarca leonesa de El Bierzo.
Su padre, Rodríguez, era de la familia Mendaña y su madre, Ysabel de Neira, hermana de Lope García de Castro.
Mendaña acompañó a su tío Lope en 1563 cuando éste fue nombrado presidente de la Real Audiencia de Lima (Perú).

PRIMER VIAJE : ISLAS SALOMÓN
Los españoles supieron de boca de los quechuas la leyenda que decía que hacia el oeste se encontraban unas islas llenas de oro. Inmediatamente se compararon estas islas con la Tierra de Ofir, donde estaban las minas de oro del rey Salomón. Como el cargo de virrey del Perú se hallaba vacante, el presidente de la Audiencia, Lope García de Castro, ejercía las funciones de virrey y encargó la dirección de la expedición a su sobrino Mendaña, en contra de las aspiraciones de Pedro Sarmiento de Gamboa, que reivindicaba la iniciativa de la expedición.
Las naves de la expedición eran Los Reyes y Todos los Santos, de 300 y 200 toneladas, respectivamente. Los capitanes eran Pedro Sarmiento de Gamboa y Pedro de Ortega Valencia y el piloto mayor Hernán Gallego. La tripulación constaba de unos 150 hombres, incluidos marineros, soldados, cuatro frailes franciscanos y una veintena de esclavos. El objetivo de la expedición era buscar la supuesta Terra Australis incógnita, explorar sus recursos y estudiar las posibilidades de colonización. Mendaña llevaba la orden de fundar un establecimiento.
La expedición partió de El Callao, el puerto de Lima, el 20 de noviembre de 1567. Después de pasar el 15 de enero de 1568 por delante de la isla de Jesús (Nui), en las islas Tuvalu, llegó sin escalas a la primera de las Islas Salomón, Santa Isabel, el 7 de febrero, en donde una parte de la expedición construyó un bergantín y otra parte exploró las islas cercanas: Ramos, La Galera, Buena Vista, Flores, San Dunas, San Germán, Guadalupe, Guadalcanal, San Jorge, San Nicolás, Arrecifes y San Marcos, llegando el 25 de mayo de retorno a Santa Isabel.
El mar entre el Perú y la isla Nui fue bautizado como golfo de la Concepción y golfo de la Candelaria. Durante seis meses permanecieron en la isla de Santa Isabel, Guadalcanal y San Cristóbal (Makira) y exploraron una veintena de islas. Aunque no encontraron oro, el nombre de Islas Salomón ya había hecho fortuna. El viaje de vuelta lo hicieron por la ruta utilizada por el Galeón de Manila hasta Acapulco, partiendo por la isla de San Francisco (isla Wake).

SEGUNDO VIAJE : ISLAS MARQUESAS
Durante veinticinco años Mendaña intentó hacer un segundo viaje para colonizar las Islas Salomón. Aunque tenía la aprobación del rey, se encontró con el rechazo de las autoridades coloniales, descontentas con los resultados del primer viaje, y con la de los enemigos de su tío, que había muerto. Fue el nuevo virrey, García Hurtado de Mendoza, IV marqués de Cañete, quien patrocinó la nueva expedición gracias a la influencia de la mujer de Mendaña, Isabel de Barreto.
Se organizó como una expedición privada donde el virrey aportaba los efectivos militares, en tanto que Mendaña convencía a mercaderes y colonos para participar en la aventura. El objetivo era establecer una colonia en las Islas Salomón impidiendo que los piratas ingleses encontraran un refugio en el Pacífico desde donde pudieran atacar las Filipinas o la costa americana.
Se embarcaron unas 400 personas, entre las que se encontraban pasajeros con sus mujeres y esclavos dispuestos a fundar una colonia. Acompañaban al general su mujer Isabel de Barreto y tres cuñados. El piloto mayor de la expedición, y capitán de la nave principal era el portugués Pedro Fernández de Quirós. Los cuatro barcos eran:
  • San Gerónimo, nave capitana, galeón de 200 a 300 toneladas. Capitán y piloto mayor: Pedro Fernández de Quirós.
  • Santa Ysabel, nave almirante, galeón de 200 a 300 toneladas. Capitán Lope de Vega. Desapareció el 7 de septiembre de 1595.
  • San Felipe, galeota de 30 a 40 toneladas. Propietario y capitán Felipe Curzo. Desapareció el 10 de diciembre de 1595.
  • Santa Catalina, fragata de 30 a 40 toneladas. Propietario y capitán Alonso de Leyra. Despareció el 19 de diciembre de 1595.
La segunda expedición partió también del puerto de El Callao y, después de hacer escala en Paita, encontró las Islas Marquesas que bautizó en honor al virrey, el marqués de Cañete.
Durante diez días exploró las islas del sur del archipiélago. De nuevo de camino hacia el oeste, pasó por delante de una de las islas Cook y de una de las Tuvalu, hasta llegar a las islas de Santa Cruz, archipiélago del sur de las Islas Salomón. Al pasar junto a Tinakula, un volcán que se encontraba en plena actividad, desapareció la Santa Isabel.
Fundó una colonia en las islas Santa Cruz, pero enfermó de malaria y perdió el control de la situación. Los soldados cometieron crímenes y excesos con los indígenas y se produjo un intento de rebelión.
El 18 de octubre de 1595 murió Mendaña y se hizo cargo de la expedición su mujer Isabel de Barreto.
Al deteriorarse la situación, decidieron abandonar la colonia y poner rumbo a las Filipinas. Por el camino se perdieron la San Felipe y la Santa Catalina y sólo llegaron al puerto de Manila la San Gerónimo, guiada por Pedro Fernández de Quirós.