Más
conocido por su nombre francés Pierre Paul François Camille Savorgnan de Brazza
fue un explorador de origen italiano, nacionalizado francés, que fundó y dio
nombre a la actual capital de la
República del Congo, Brazzaville.
Nacido
en Castelgandolfo (Italia), fue el décimo de los doce hijos del conde Ascanio
Savorgnan di Brazza, aristócrata originario de Udine, con amplios contactos en
Francia, y de Jacinta Simonetti del marqués de Gavignano.
A
pesar de ser extranjero, fue admitido en la Marina francesa gracias al padrinazgo de un amigo
de la familia, el almirante francés De Montaignac, por aquel entonces Ministro
de Marina.
Con
sólo 16 años, en diciembre de 1868, Brazza formó parte de la tripulación del
acorazado La Revanche, encargada
de la vigilancia de las costas del mar del Norte. Más tarde se embarcó en la
fragata Jeanne d’Arc, transportando a
las tropas francesas que iban a enfrentarse a los insurgentes cabileños.
Al
regresar, fue nombrado aspirante de primera clase, siempre como extranjero. Su
siguiente barco fue la fragata Venus,
que atracaba regularmente en Libreville. En uno de estos viajes descubrió la
desembocadura del río Ogooué y concibió el proyecto de remontarlo para
demostrar que se trataba de la misma corriente fluvial del río Congo.
El
12 de agosto de 1874, Brazza obtuvo, después de tres años de trámites, la
nacionalidad francesa. Su nueva situación, sin embargo, amenazaba sus
proyectos, ya que, en lugar del grado de alférez de navío que le correspondía
en su carrera como extranjero, pasaba a convertirse en un simple marinero. Para
solucionarlo, su protector De Montaignac encontró un subterfugio: hizo que
Brazza se examinase para obtener la credencial de capitán de largo recorrido.
Aprobado el examen, Brazza pudo reincorporarse a la Marina con el grado de
alférez auxiliar de navío, con lo cual estaba en condiciones de mandar su
propio barco.
EXPLORACIÓN DEL RÍO OGOOUÉ
Gracias
a la protección de De Montaignac, el joven Brazza tuvo la oportunidad de llevar
a cabo su proyecto de exploración, a pesar de que la opinión pública francesa
era contraria a la expansión colonial en la zona, e incluso se había
considerado seriamente abandonar la colonia de Gabón. El 15 de febrero de 1875
recibió la orden de explorar el curso del río Ogooué. El viaje duraría tres
largos años. El 29 de agosto partió hacia Dakar y la expedición estaba formada,
además, por tres franceses (el médico Noël Ballay, el contramaestre Hanon,
antiguo compañero de Brazza en la fragata Venus,
y el naturalista Alfred Marche), por trece laptots
y por cuatro intérpretes senegaleses. La expedición partió de Libreville en el
vapor Marabout y comenzó a remontar
el Ogooué el 3 de noviembre de 1875. Diez días después llegaba a Lambaréne, el
asentamiento europeo más remoto. El grupo se detuvo en aquel lugar durante casi
dos meses, mientras Brazza negociaba la ayuda de las tribus ribereñas para su
expedición. Finalmente, partió de nuevo el 11 de enero, escoltado por nueve
piraguas.
El
10 de febrero llegó a Lopé, hogar de los okanda,
uno de los principales centros del comercio de esclavos. Desde allí continuó su
ruta, contactando con varios pueblos, hasta llegar a Poubara, que convirtió
durante un tiempo en su cuartel general. Descubrió que se había equivocado, y
no era posible acceder desde el río Ogooué al curso alto del Congo, pero
decidió continuar su exploración. Entró en contacto con los bateke, agricultores sedentarios, que comerciaban con tribus
establecidas a lo largo del río Alima, afluente del Congo. En el descenso del
Alima tuvo que enfrentarse con los apfourou.
Aunque
deseaba continuar explorando, en agosto de 1878 la expedición vencida por el
hambre y las numerosas dificultades, debió volver sobre sus pasos. Sin embargo,
Brazza había descubierto una ruta relativamente fácil para acceder a la cuenca
del Alto Congo, y en la región explorada por él había abundancia de productos
comerciales, tales como el marfil y el caucho, por lo cual su exploración
parecía abrir nuevas expectativas a la colonización francesa.
Brazza
había tenido que pagar de su propio bolsillo gran parte de los gastos de la
expedición. Cuando se le agotaron los fondos, pidió más dinero al gobierno
francés, pero le fue denegado, teniendo que recurrir entonces a su propia
familia. La expedición duró tres años y a su regreso, en 1878, le fue concedida
la Legión de
Honor.
EL CONGO FRANCÉS
A
instancias de Ferdinand de Lesseps, responsable del comité francés de la Asociación Internacional
Africana fundada por Leopoldo II de Bélgica, le fue concedida a Brazza, en
1879, una licencia extraordinaria para llevar a cabo una misión por encargo de la
AIA. En octubre de aquel año partió de
Francia y en marzo de 1880 salía de Libreville. Poco después, en junio, fundaba
la ciudad de Franceville en la confluencia de los ríos Ogooué y Passa. En
septiembre de ese mismo año firmó un tratado con el rey Makoko de los bateke, el
llamado Tratado Brazza-Makoko, por el cual el jefe africano cedía su territorio
a Francia (en realidad Brazza se estaba excediendo en sus atribuciones, pues él
actuaba por cuenta de la AIA
y no del gobierno francés), A este siguieron otros tratados con jefes locales.
Viajó hasta el actual Malebo Pool, en cuya derecha fundó un asentamiento
francés, origen de la actual Brazzaville.
Con
este viaje, puso las bases del dominio francés en el Congo. Mantuvo sus
acuerdos ocultos a Henry Morton Stanley, quien a las órdenes de Leopoldo II de
Bélgica había firmado también acuerdos con numerosos jefes tribales de la zona
del Congo. En 1881 regresó a Francia, donde fue recibido con todos los honores,
y convenció al gobierno de la conveniencia de anexionarse el Congo.
El
30 de noviembre de ese mismo año se promulgó una ley ratificando el tratado
Brazza-Makoko, y poniendo bajo protectorado francés las regiones descubiertas.
En
enero de 1883, Brazza regresó a África, esta vez en misión oficial del gobierno
francés, como comisario general de la República Francesa
en el oeste de África. Con un numeroso equipo, formado por más de cuatrocientos
hombres, se dedicó fundamentalmente a establecer nuevos asentamientos en la
zona recién anexionada por Francia, en dura competencia con los enviados de
Leopoldo II de Bélgica, que buscaban expandirse en nombre de la Asociación Internacional
del Congo. Ratificó los tratados con los jefes locales y estableció el
emplazamiento definitivo de Brazzaville en 1884.
El
conflicto de intereses en el Congo entre franceses, la Asociación
Internacional del Congo (heredera de la Asociación
Internacional Africana) y otras potencias europeas, provocó
la convocatoria de una conferencia internacional en Berlín en 1885. En dicha
conferencia se delimitaron los respectivos territorios de Francia y de la Asociación
Internacional del Congo de Leopoldo de Bélgica, quien veía
así reconocidas sus aspiraciones.
Braza
regreso a Francia en diciembre de aquel mismo año.
GOBERNADOR DEL CONGO
El
27 de abril de 1886, Brazza fue nombrado gobernador general de los territorios
franceses en el oeste de África, cargo dependiente del Ministerio de la Marina. Bajo su autoridad se
encontraban tanto los nuevos territorios como la más antigua colonia de Gabón:
ambos territorios se unificarían administrativamente en diciembre de 1888, y en
1891 se les daría el nombre de Congo Francés, que en 1910 se convertiría en
parte del África Ecuatorial Francesa, con capital en Brazzaville.
Brazza
no llevó a cabo una explotación sistemática de los recursos naturales de la
zona similar a la emprendida por Leopoldo II en el Estado Libre del Congo. En
general se considera que las condiciones de vida de los nativos en el Congo
Francés durante el mandato de Brazza fueron mucho más soportables que las que
Leopoldo II de Bélgica impuso brutalmente a sus súbditos. A partir de 1896, sin
embargo, Brazza se convirtió en el blanco de los ataques de la prensa francesa,
por el escaso provecho económico que se estaba obteniendo de la colonia. Aunque
no le faltaron ilustres valedores, como Pierre Loti, finalmente fue obligado a
dimitir.
Los
últimos años de su vida los pasó entre Francia, Italia y Argelia. A pesar de
haber tenido que dimitir de su cargo como gobernador, sus méritos fueron
reconocidos por su gobierno, y en 1902 se le otorgó una generosa pensión
vitalicia de 10.000 francos.
En
1905 salieron a la luz los excesos del gobierno del Congo Francés contra la
población indígena (el llamado “affaire Gaud-Toqué”). Para aplacar a la opinión
pública internacional, Brazza, respetado por la benevolencia de su gestión, fue
llamado de nuevo al Congo para inspeccionar la situación del territorio,
Mientras cumplía esta misión, enfermó de disentería y falleció en Dakar el 14
de septiembre de 1905.
En
su honor se erigió el mausoleo en Brazzaville, al que fueron trasladadas sus
cenizas desde Argel, en junio de 2006.