Explorador
y marino nacido en Italia, estuvo al servicio de la Corona portuguesa y comandó
dos expediciones (1501-02 y 1503-04) que exploraron gran parte de la costa del
Brasil.
Aunque
poco se sabe sobre su juventud y preparación, se conoce que estudió en Pisa
(Italia) antes de marcharse a Portugal.
PRIMER VIAJE A BRASIL (1501-02)
Tras
el descubrimiento de Brasil realizado en 1500 por la flota comandada por Pedro
Alvares Cabral, poco se sabía en Portugal acerca de la costa brasileña, por lo
que urgía la necesidad de despachar un grupo explorador que reconociese
principalmente la región situada más allá de la línea divisoria del Tratado de
Tordesillas. Las mejores fuentes atribuyen el comando de esta expedición a
Coelho, navegante ya experimentado, que fue enviado en 1501. Otras sostienen
que estuvo al mando de Gaspar de Lemos o de André Gonçalves, que ya había
acompañado a Cabral el año anterior, y alguna otra lo confunde con Gaspar de
Gama, un cristiano nuevo al que Vasco da Gama había apresado en su segundo
viaje a la India
en 1498.
El
10 de mayo zarpó de Lisboa como capitan-mor
de una flota de tres carabelas. En su tripulación iba un florentino residente
en Sevilla, Amerigo Vespucci. El 17 de agosto su expedición arribó a la costa
brasileña. La flota continuó hacia el sur, llegando a la bahía de Guanabara en
el día de año nuevo de 1502, nombrándolo Rio de Janeiro. Navegaron dos grados
más al sur (llegando a la moderna Cananeia) antes de dejar Brasil el 13 de
febrero de 1502. Sólo una de las tres carabelas regresó a Lisboa, a donde llegó
el 7 de septiembre.
SEGUNDO VIAJE A BRASIL (1503-04)
Coelho
nuevamente zarpó de Lisboa el 10 de mayo de 1503, esta vez con una flota de
seis barcos, en un viaje que tenía como finalidad principal la exploración de
varias islas. Vespucci, una vez más lo acompañaba, ahora como capitán de una de
las naves. Después de detenerse en las islas de Cabo Verde, las naves llegaron
a “una isla en medio del mar” (probablemente la isla Ascensión), donde el buque
insignia encalló y naufragó el 10 de agosto. Todos los hombres fueron salvados,
siendo transportados en el barco de Vespucci.
Encontraron
un puerto, donde se encontró con una de las flotas. Luego navegó hacia el
Brasil, a donde llegó en noviembre a una bahía a la que llamaron Todos os
Santos (hoy Bahía de Todos los Santos). Después de esperar en vano por el resto
de la flota, navegaron hacia el sur a otra bahía, lugar donde permanecieron
durante cinco meses, construyendo una fortaleza, cargando leña y realizando
algunas exploraciones. Finalmente dejaron veinticuatro hombres en el fuerte
para acopiar más madera y se embarcaron de regreso a Lisboa, a donde llegaron
el 28 de junio de 1504.
Los
comerciantes que financiaron la expedición, entre ellos Fernando de Noronha,
consiguieron arrendar las tierras brasileñas por un periodo de tres años para
explorar el palo Brasil. A cambio, los arrendatarios se comprometían a
construir asentamientos y pagar a la
Corona parte del lucro obtenido. El arrendamiento fue
renovado en otras dos ocasiones, en 1505 y en 1513.
Como
consecuencia del contrato y de la expedición de Gonzalo Coelho, el rey Manuel I
de Portugal donó a Fernando de Noronha la primera capitanía hereditaria del
litoral brasileño: la isla de Sâo Joâo da Cuaresma, actual Fernando de Noronha,
una capitanía marítima.
Su
hijo bastardo, Duarte Coelho, recibió de Juan III de Portugal la capitanía de
Pernambuco el 10 de marzo de 1534 por los servicios que prestó a la Corona en la India.