Navegante
portugués conocido por ser el primer explorador europeo en doblar a principios
de 1488 el extremo sur de África, llegando al océano Índico a partir del
Atlántico, uno de los eventos más importantes en la historia de la navegación a
vela.
Bartolomeu
Dias fue el primer navegante que navegó alejado de la costa en el Atlántico
sur. Su viaje continuado por Vasco da Gama una década más tarde (1497-1499),
contribuyó al descubrimiento de la ruta marítima a la India.
Nació
en Mirandela, municipio situado a orillas del río Tua, en la región de
Tras-os-montes (distrito de Braganza), en el norte de Portugal, aunque otros
creen que fue en el Algarve. Acerca de su familia sólo se sabe que un familiar
llamado Dinis Días e Fernandes, en la década de 1440 habría encabezado algunas
expediciones marítimas a lo largo de la costa del norte de África, habiendo
visitado las islas de Cabo Verde. También es conocido que tenía antecedentes
judíos, muy a pesar de que nadie supo de sus antepasados, pero las armas y
favores que le fueron concedidos pasaron a sus descendientes.
Su
hermano fue Diogo Días. Hay quienes aseguran que era descendiente de Dinis
Días, escudero de D.Joào I, que como navegante descubrió la isla de Cabo Verde
en 1445.
En
su juventud asistió a clases de matemáticas y astronomía en la universidad de
Lisboa y sirvió en la fortaleza de San Jorge de la Mina, en el golfo de Guinea.
Tenía conocimientos de navegación, tanto para determinar las coordenadas de un
lugar, como para afrontar tormentas y calmas como las habituales del golfo de
Guinea.
En
1481 acompañó al navegante Diogo de Azambuja en una expedición hacia la Costa
de Oro. Poco después fue nombrado caballero de la Corte, superintendente de los
grandes almacenes reales y maestro velero del barco de guerra Sào Cristovào.
VIAJE AL SUR DE ÁFRICA
En
1486, el rey Juan II le confió el mando de una pequeña flota para que
recorriera África por el sur, con el fin de conocer noticias sobre el mítico
reino cristiano del Preste Juan, con el que el rey deseaba entablar relaciones
amistosas y había enviado ese mismo años, por tierra y en una misión secreta, a
Pèro da Covilhà y Joào Alfonso da Aveiro. El propósito no declarado de la
expedición era investigar el verdadero alcance de las costas del sur de África,
para evaluar la posibilidad de una ruta marítima a la India.
A
Dìas le tomó diez meses preparar la expedición y partió de Lisboa a finales de
julio o comienzos de agosto de 1487, con dos carabelas armadas de 50 toneladas
y una naveta de provisiones. En este
viaje lo acompañaron Pèro de Alenquer, como piloto de la nave capitana, Sào
Cristovào, quien relató el primer viaje de Vasco da Gama; Joào Infante, al
mando de la carabela Sào Pantaleào, que era pilotada por Alvaro Martins; y Pèro
Dias, hermano de Bartolomeu, comandando el barco de provisiones, con Joào de
Santiago como piloto.
En
la expedición también participó Joào Grego e iban acompañados por dos hombres y
cuatro mujeres de raza negra, capturados por Diogo Cào en la costa occidental
africana, que sirvieron de intérpretes para explicar a los nativos el objetivo
de la expedición. Bien alimentados y vestidos, fueron liberados en la costa
oriental para que testimoniaran a las poblaciones locales de esas áreas la
bondad y grandeza de los portugueses, al tiempo que recopilaban información
sobre el reino del Preste Juan.
La
expedición zarpó hacia el sur por la costa occidental de África, navegando
primero hacia la desembocadura del río Congo, descubierta en 1486 por Diogo Cào
y Martin Behaim. Se aprovisionaron en la fortaleza portuguesa de San Jorge de
la Mina, en la Costa de Oro (actualmente Elmina en la costa de Ghana). Desde
este punto recorrieron la costa africana de Angola y más adelante Días llegó el
8 de diciembre al golfo de Santa María de Conceiçào (Walvis Bay, en la actual
Namibia), el lugar más al sur cartografiado por la expedición de Diogo Cào.
A
finales de 1487 alcanzaron un punto cercano a la desembocadura del río Orange y
erigieron un padrao (columna o cruz
conmemorativa) de piedra y llamaron al lugar Angra dos Voltas. Continuando
hacia el sur, descubrieron primero Angra dos Ilhéus y hacia Port Nolloth, al
noroeste de la actual Sudáfrica, se alejaron de la costa y fueron arrastrados
por un violento temporal durante el mes de enero de 1488, pasando de largo por
el sur el cabo que actualmente se denomina cabo de Buena Esperanza, sin llegar
a verlo. Trece días más tarde, aprovechando los vientos provenientes de la
Antártida que soplan con fuerza en el Atlántico Sur, navegaron hacia el
noreste, redescubriendo la costa, que ya tenía orientación este-oeste y norte,
y siguieron al este, cartografiando varias bahías de la costa actual de
Sudáfrica (útiles en el futuro como puertos naturales). Llegaron a Aguada de
Sào Bràs (bahía de San Blas) el 3 de febrero de 1488, que bautizaron como Bahía
dos Vaqueiros.
Siguieron
la costa hacia el este y llegaron a la bahía de Algoa (700 kilómetros al este
del cabo de Buena Esperanza) y después alcanzaron el río Groot-Visrivier (río
Fish), al que llamaron río Infante, en honor a Joào Infante, comandante de la
segunda carabela. La expedición de Días llegó a su punto más lejano en el
océano Índico el 12 de marzo de 1488, cuando anclaron en Kwaaihoeck, cerca de
la desembocadura del río Bushman, donde fue construido el Padrào de Sào
Gregorio.
Días
quería seguir navegando hacia la India, pero se vio obligado a regresar cuando
su tripulación se negó a ir más allá, debido a la escasez de provisiones y a
que las naves estaban bastante deterioradas por las tormentas. La tripulación
muy revuelta obligó al capitán a regresar a Portugal siguiendo la línea de la
costa hacia el oeste.
REGRESO A LISBOA
En
el viaje de retorno, siempre a la vista de la costa, descubrieron el cabo
Agulhas, el punto más meridional del continente y el cabo llamado de las
Tormentas (en la actualidad cabo de Buena Esperanza), por ser el lugar donde
ocurrió la tormenta y que habían contorneado por alta mar en el viaje de ida.
En este viaje de regreso colocaron padròes
de piedra en los principales puntos descubiertos: la actual isla Falsa (False
Island), la punta del cabo de las Tormentas entonces descubierto y en el Cabo
Da Volta, ahora punta Dìas.
En
diciembre de 1488, después de hacer varias escalas en la costa occidental
africana, entre otras en San Jorge de la Mina, llegaron a la capital portuguesa
tras 16 meses y 17 días de viaje. El rey Joào rebautizó el cabo sur africano
como Boa Esperança, por ser el lugar donde se abría una ruta hacia el este para
llegar ala India para comprar tanto especias como otros artículos considerados
de lujo. En ese momento, para llegar a la India era preciso cruzar el mar
Mediterráneo a través de Génova y Venecia, que eran grandes centros comerciales
gracias al Renacimiento, solo que entonces estaban dominados por los turcos.
Tras cruzar el Atlántico, denominado “el mar tenebroso”, ya que se creía que en
él había monstruos que devoraban las embarcaciones y lograr dar la vuelta a
África, se abría un posible camino a la India.
Este
descubrimiento del paso por África fue significativo porque, por primera vez,
los europeos podrían comerciar directamente con la India y otras partes de
Asia, sin pasar por la ruta terrestre a través del Oriente Medio, con sus
costosos intermediarios. No se ha hallado crónica oficial sobre la expedición
al cabo sur africano, se cree que llegó a perderse. Salvo el relato de Barros,
existe una nota manuscrita del Imago
Mundi del cardenal Pierre d’Ailly, que es importante ya que esta copia fue
propiedad alguna vez de Cristóbal Colón.
Días
había explorado en aquel viaje alrededor de 2.030 kilómetros de costas
africanas desconocidas hasta entonces, pero el éxito de su descubrimiento del
nuevo camino hacia la India nunca fue recompensado.
NAUFRAGIO Y MUERTE
Después
de estos primeros intentos, los portugueses se tomaron un largo descanso de una
década en la exploración del océano Índico. Durante este receso, es probable
que recibieran valiosa información de la expedición secreta de Pèro da Covilhà,
que había alcanzado la India y había enviado informes útiles para los
navegantes.
La
carrera de Días como navegante fue en declive debido a que el rey había tomado
en consideración a otros navegantes portugueses para liderar la expedición a
gran escala que debería de alcanzar las Indias tras bordear el sur de África
hacia el este.
Días
participó como subordinado en el viaje de Vasco da Gama hacia la India que se
comenzó a preparar en 1497. Supervisó la construcción de las naves Sào Gabriel
y su buque gemelo, el Sào Rafael, y acompañó a la flota de Vasco da Gama en
1499, como capitán de un barco que tenía como destino Sào Jorge de la Mina,
acompañándolo como guía en la primera etapa del viaje hasta las islas de Cabo
Verde. En ese viaje Vasco da Gama lograría llegar hasta Calicut, en la India,
bordeando nuevamente el extremo sur de África en 1498.
Bartolomeu
Días también fue uno de los capitanes y primer navegante, de la segunda
expedición portuguesa a la India, encabezada por Pedro Alvares Cabral. Al
respecto, una carta de Pèro Vaz de Caminha hacía varias referencias a él,
apuntando la confianza que le tenía el capitán mayor.
Esta
flotilla llegó primero a la costa de Brasil, tomando posesión de ella en 1500.
Tras recorrer el extremo oriental del país en el mes de abril, la flota zarpó
hacia el este, rumbo a la India. El 29 de mayo, cuando la expedición llegaba a
las costas del cabo de Buena Esperanza, tuvo lugar una poderosa tormenta que
causó el hundimiento de cuatro de sus naves, en una de las cuales se encontraba
Bartolomeu Días, pereciendo él y todos sus hombres.
Irónicamente,
el valiente marinero encontró la muerte cerca del lugar que él mismo descubrió,
el famoso cabo de Buena Esperanza que él proféticamente había llamado Cabo das Tormentas doce años antes.
Los
restos de un naufragio encontrados en el año 2008 por la Namdeb Diamond
Corporation de Namibia, se pensaron en un primer momento que podrían ser los
restos del barco de Bartolomeu Días, aunque las monedas recuperadas eran de una
época posterior. Nunca se han encontrado los restos de aquel naufragio.
LEGADO Y RECONOCIMIENTOS
Bartolomé
Días estuvo casado y tuvo dos hijos: Simào Días de Novais, que murió sin
descendencia, y Antonio Días de Novais, fue Caballero de la Orden de Cristo.
Un
nieto del navegante, Paulo Días de Novais, fue un colonizador portugués de
África en el siglo XVI.
El
famoso poeta portugués Luis de Camòes le dedicó póstumamente al navegante el
canto V de su epopeya Os Lusíadas (1572).
En
la ciudad de Mosselbaai, en Sudáfrica, el Días
Museum Complex marca el lugar del desembarco histórico de Bartolomeu Días.
También el Días Cross Memorial en
Alexandría, cerca de la boca del río Bushman, el lugar donde el navegante
erigió una cruz o padrào el 12 de
marzo de 1488 es un patrimonio cultural, en la provincia oriental del Cabo. Una
réplica de la cruz se ha erigido en el mismo lugar.
El
descubrimiento que realizó Bartolomeu Días supuso el final del proyecto que
había establecido el rey Enrique el Navegante en la década de 1410, de
encontrar el extremo sur de África y buscar una ruta marítima alternativa hacia
las Indias, entre Europa y Asia, que fuese más segura que atravesar el mar
Mediterráneo y el Medio Oriente, cuyo paso estaba obstaculizado por los
otomanos en la segunda mitad del siglo XV.
El
viaje de Bartolomeu Días sirvió para sentar las bases del Imperio Portugués a
comienzos del siglo XVI, que daría lugar a un notable incremento del comercio
en África y Asia con Portugal. La llamada “ruta de las especias” estaba
abierta.