CRISTOBAL COLON (1451 – 1506)

(2ª Parte)

PRIMER VIAJE (3 AGOSTO 1492 – 15 MARZO 1493)



 Finalizados todos los preparativos, la expedición salió de Palos de la Frontera (Huelva) al amanecer del 3 de agosto de 1492, conlas carabelas La Pinta y La Niña, y conla nao Santa María con una tripulación de unos 90 hombres. En diversas pinturas y otras obras artísticas se ha reflejado la presencia de algún sacerdote o religioso, sin embargo en esta primera expedición no viajó ningún clérigo entre la tripulación.
Aunque comúnmente se las conocen como las “Tres Carabelas”, para el primer viaje Colón utilizó tres naves: dos carabelas (la Pinta y la Niña) y una nao (la Santa María).
La Pinta había sido construida en los astilleros de Palos pocos años antes del primer viaje. Fue elegidapor Martín Alonso Pinzón por sus cualidades náuticas, ya que él mismo la había alquilado anteriormente. La costeó el concejo de Palos. Su nombre hizo pensar a algunos historiadores que pertenecía a la familia Pinto, pero en realidad fue alquilada a los armadores Gómez Rascón y Alonso Quintero, que fueron en ella a América como marinos. Era una carabela nórdica de velas cuadradas con un velamen muy sencillo. Los palos de mesana y mayor iban aparejados con una vela cuadrada de grandes dimensiones, en tanto que el trinquete portaba una vela latina. La principal característica de esta carabela era su velocidad, hasta el punto que Colón, en su diario de a bordo, hacía referencia a que en una noche había navegado a 15 millas por hora (una milla de la época equivale a 0,8 millas náuticas actuales, por lo que su velocidad sería de unos 11 nudos, la misma que un carguero medio en la actualidad.
La Niña era una carabela de velas latinas que pertenecía a los hermanos Niño de Moguer, de ahí su nombre. Antes de formar parte de la expedición su denominación era la Santa Clara. Esta embarcación se construyó en los antiguos astilleros del puerto de la Ribera de Moger entre 1487 y 1490. Fue elegida por los Pinzón por ser muy maniobrable. También la costeó el concejo de Palos. Las velas de la Niña carecían de rizos, por lo que no tenían sistema de cabos que permitiera reducir la superficie en caso de fuerte viento. Las jarcias que sostenían los palos estaban enganchadas en los costados del buque. La carabela carecía de castillo de proa, mientras que el alcázar era bastante pequeño. Al llegar a las Islas Canarias se le cambió el velamen y se le pusieron velas "redondas" en lugar de las tradicionales "latinas" que portaba. Es posible que, durante el primer viaje, la Niña fuera convertida en carabela de velas cuadradas durante la escala en Canarias. Posiblemente formó parte también del segundo y tercer viaje de Colón, recorriendo en el transcurso de sus viajes más de 25.000 millas náuticas en total.
Finalmente, la tercera embarcación era la Santa María. Se trataba de una carraca (nao en el lenguaje náutico español de la época). Con sus tres palos era una carraca menor construida, al parecer, en Galicia (razón por la cual fue llamada originalmente La Gallega) y era propiedad de Juan de la Cosa. De acuerdo con las normas de estiba de entonces, la Santa María podía llevar una carga de 106 toneladas de la época (unas 51 toneladas actuales). En el palo mayor aparejaba dos velas cuadradas: la mayor con una cruz roja en el centro y una vela de gavia. El trinquete portaba una sola vela cuadrada y el palo de mesana aparejaba una vela triangular latina. Del bauprés colgaba una vela de cebadera. La Santa María se hundió en aguas del Caribe durante el primer viaje.

 La expedición permaneció en las islas Canarias hasta el 6 de septiembre, concretamente en La Gomera (visitando a Beatriz de Bobadilla y Ossoio, gobernadora de la isla) y en Gran Canaria, arreglando el timón de La Pinta y sustituyendo sus velas triangulares originales por unas cuadradas, lo que la convirtió en la carabela más rápida de la flotilla.
El largo viaje no resultó fácil para nadie y durante el mismo hubo varios conatos de motines. Entre el 13 y el 17 de septiembre experimentaron el efecto de la declinación magnética. El 22  envió Colón su carta de navegación a Pinzón. La noche del 6 al 7 de Octubre se produjo un intento de motín en la Santa María que fue sofocado con la ayuda de los Pinzón. Sin embargo entre los dias 9 y 10 de Octubre el descontento se extiendió al resto de la expedición, tomando los capitanes la determinación de que se volverían en el plazo de tres días de no divisar tierra. El 12 de Octubre, cuando la tripulación ya estaba inquieta por la larga travesía sin llegar a ninguna parte, el grumete Rodrigo de Triana dio el famoso grito de: ¡tierra a la vista!
Sobre este episodio también existe controversia entre los historiadores, ya que los reyes habían ofrecido 10.000 maravedíes al primero que avistara tierra, sin embargo, este premio lo recibió Colón quien, según su diario de a bordo, habría visto "lumbre" unas horas antes que Rodrigo de Triana. Llegaron a una isla llamada Guanahani, a la que rebautizó como San Salvador, en el archipiélago de las Bahamas.
También desembarcó en la isla de Cuba y en La Española. En las orillas de ésta, el 25 de diciembre de 1492, se hundió la nao capitana, la Santa María. Sus restos fueron usados para construir el Fuerte de La navidad, constituyendo así el primer asentamiento español en América.
Las dos carabelas, al mando de Colón, regresaron a España. En el viaje de regreso sufrieron una fuerte tempestad que hizo que las naves se separasen, llegando la Pinta en primer lugar a Bayona el día 1 de marzo de 1493, y la Niña hizo lo propio llegando el día 4 de marzo a Lisboa. El día 9 de marzo, Colón se entrevistó con el rey de Portugal para convencerle de que la expedición no interfería con sus propiedades atlánticas y después partió para Andalucía.
Finalmente, el 15 de marzo arribaron al puerto de Palos ambas naves con una diferencia de pocas horas una de otra. A los pocos días falleció Martín Alonso Pinzón, el principal socio de Colón en este viaje, que fue enterrado en La Rábida, según era su voluntad.
Se sabe que tanto Pinzón como Colón enviaron noticias de su llegada a los Reyes, que se encontraban en Barcelona. En esta ciudad apareció impresa, probablemente a principios de abril, una carta de Colón anunciando el Descubrimiento dirigida a Luis de Santángel fechada a 15 de febrero, cuando todavía estaba en alta mar.
En abril de 1493, Colón fue recibido por los Reyes Católicos en Barcelona, donde explicó con todo detalle su llegada por el Oeste a lo que él creía eran las Indias.
Varios años después los europeos irían dándose cuenta de que las tierras a las que había llegado Colón no estaban conectadas por tierra con Asia, sino que formaban un continente aparte al que se le empezó a llamar "América" a partir de 1507.

SEGUNDO VIAJE (25 SEPTIEMBRE 1493 – 11 JUNIO 1496)

Salió de Cádiz y desembarcó en la isla de Puerto Rico el 19 de noviembre de 1496. El principal objetivo de este viaje fue explorar, colonizar y predicar la fe católica por los territorios que habían sido descubiertos en el primer viaje, todo ello bajo el amparo de las bulas alejandrinas que protegían los territorios descubiertos de las reclamaciones portuguesas.
Fueron 17 las naves que participaron en este segundo viaje (3 carracas, 2 naos grandes y 12 carabelas), sólo se conoce el nombre de unas pocas, entre las que se cuentan La Niña, participante del primer viaje, y la Marigalante o Santa María, homónima de la malograda en el primer viaje, la carabela Cardera y la carabela San Juan, de la que era piloto Bartolomé Pérez, que en el primer viaje fuera a bordo de la Niña.
En su segundo viaje a la isla La Española, observó el eclipse lunar del 14 al 15 de septiembre de 1494 y, comparando sus horas del comienzo y fin con las registradas en las observaciones de Cádiz y Sao Vicente (Portugal), dedujo de forma definitiva la esfericidad de la Tierra ya descrita por Claudio Ptolomeo.
En 1493 también descubrió la isla de Guadalupe, ubicada a unos 480 kilómetros (300 millas) al sudeste de Puerto Rico y que era conocida por los indios caribes como “Karukera” (isla de las aguas hermosas).
Tras fundar la ciudad de La Isabela el 6 de enero de 1494, dispuso el retorno a España de 12 buques de su flota, quedándose sólo con las carabelas Niña -llamada Santa Clara (su primitivo nombre)-, San Juan, Cardera y algunas otras. En junio de 1496 Colón regresó de su segundo viaje a bordo de la Niña, acompañado sólo de la India, el primer buque construido en las nuevas tierras descubiertas.

TERCER VIAJE (30 MAYO 1498) – 25 noviembre 1500)
En este viaje, Colón partió desde Sanlúcar de Barrameda capitaneando seis embarcaciones y llevando consigo a Bartolomé de Las Casas, quien después proporcionaría parte de las transcripciones de los diarios de Colón.
La primera escala la realizó en la isla portuguesa de Porto Santo, de donde procedía su mujer. De allí partió hacia Madeira y llegó el 31 de julio a la Isla Trinidad. Desde el 4 al 12 de agosto, exploró el golfo de pparia, el cual separa Trinidad de Venezuela. En su reconocimiento de la zona llegó hasta la desembocadura del río Orinoco, navegó por las islas de Isla Chacachacare y Margarita y renombró Tobago (Bella Forma) y Granada (Concepción). Inicialmente, describió las tierras como pertenecientes a un continente desconocido para los europeos, pero luego se retractó y dijo que pertenecían a Asia.
El 19 de agosto regresó a La Española para encontrar que la mayoría de los españoles allí asentados estaban descontentos, al sentirse engañados por Colón sobre las riquezas que encontrarían. Colón intentó repetidas veces pactar con los sublevados, los taínos y los caribes. Algunos de los españoles que habían retornado acusaron a Colón ante la corte por mal gobierno. Los reyes enviaron a La Española al administrador real Francisco de Bobadilla en 1500, el cual a su llegada (23 de agosto) detuvo a Colón y a sus hermanos y los embarcó hacia España. Colón rehusó que se le quitaran los grilletes en todo su viaje a España, durante el cual escribió una larga carta a los Reyes Católicos. Al llegar a España recuperó su libertad, pero había perdido su prestigio y poderes.

CUARTO VIAJE (11 MAYO 1502 – 7 NOVIEMBRE 1504)
Colón partió nuevamente desde Cádiz. Exploró las costas de las actuales Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, así como el golfo de Urabá en la actual Colombia. Desde este golfo intentó retornar a La española, pero una tormenta le hizo desembarcar en Jamaica, donde permaneció hasta 1504.
A lo largo de 1503, en su último viaje por las Antillas Mayores, descubrió las islas llamadas actualmente Caimán Brac y Pequeño Caimán (pues Colón nunca vio la isla de Gran Caimán), que recibieron el nombre de Las Tortugas. Se les dio ese nombre por la gran cantidad de tortugas que había en ellas y en sus alrededores. Acabó regresando finalmente en 1504 a Sanlúcar de Barrameda.

OTROS VIAJES AL CONTINENTE AMERICANO
A pesar de la intención de Colón de reservarse el monopolio de la conquista y colonización de las tierras a las que había llegado, la Corona no tenía esas ideas. De esta forma capituló las condiciones de nuevos viajes, cuyo objetivo era descubrir tierras desconocidas para los europeos y en ningún modo colonizarlas.
Estos viajes se desarrollaron entre 1499 y 1519. Entre ellos hubo que destacar los siguientes:
v    Alonso de Ojeda y Américo Vespuccio (el que a fin de cuentas daría el nombre al continente) llegaron hasta la actual Venezuela en 1499 y recogieron noticias sobre riquezas. Estas noticias fueron investigadas por otros marinos, que al final encontraron depósitos de perlas. Su intento de evadir el puerto andaluz para no declararlas les costó una condena.
v     En el mismo año de 1499, Vicente Yañez Pinzón se convirtió en el primer europeo en llegar al río Amazonas y, según diversos historiadores, se le debe considerar el verdadero descubridor de Brasil. Volvió a la península el 30 de septiembre de 1500 con un cargamento de una madera muy cotizada denominada palo brasil. En una nueva capitulación, firmada con Fernando el Católico el 5 de septiembre de 1501, fue nombrado capitán y gobernador de Santa María de Consolación hasta la desembocadura del río Amazonas, pero no regresó a la zona. En el año 1508 volvió al Caribe con la misión de buscar un paso al Océano Pacífico, exploró toda la costa de Centroamérica y de la península del Yucatán, estableciendo el primer contacto con la civilización azteca.
Estos viajes, si bien fueron limitados en sus objetivos, aportaron una gran información a la Corona.

UNA VIDA CON TRISTE FINAL
Siguiendo las costumbres vigentes en aquellos tiempos, las relaciones de Cristóbal Colón y sus hombres con otros pueblos y tierras se regían por las posibilidades de conquistarlas para el reino al que representaban.
Creyendo que se hallaban en las tierras del Gran Khan, intentaron tomar posiciones militares defensivas y entablar contacto con algún rey, pero no fue así, no encontraron nada parecido y comprobaron poco a poco que poseían una gran superioridad armamentística sobre los indígenas y que éstos desconocían por completo las palabras "Gran Khan". Atribuyeron ese desconocimiento a un muy bajo nivel cultural de los indígenas y fueron asumiendo la facilidad de conquista del nuevo territorio. Así lo demostraron en los comunicados a sus monarcas.
El gobierno de los hermanos Colón en La Española no cumplió con las expectativas de los monarcas españoles. No sólo se enfrentaron a los españoles de la isla, sino que, al no conseguir las riquezas que habían previsto en principio, agredieron a los indígenas y vendieron a algunos como esclavos, desobedeciendo así las órdenes expresas de Isabel la Católica, que había dejado clara su voluntad de que se tratara a los indígenas como súbditos de Castilla. Por este motivo, el primer Virrey, Almirante y Gobernador de América fue arrestado y enviado con cadenas ante la reina por Francisco de Bobadilla. No correspondía el comportamiento de Colón con el que España proponía en sus leyes, aunque la distancia, entre otros motivos, propiciaron conductas similares a la de Colón con los indígenas, las cuales fueron denunciadas por fray bartolomé de las Casas y reprobadas por las Leyes Nuevas.
El 19 de mayo de 1506, un día antes de su muerte, Cristóbal Colón redactó su testamento ante pedro de Inoxedo, escribano de cámara de los Reyes Católicos. Dejó como testamentarios y cumplidores de su última voluntad a su hijo Diego Colón, a su hermano Bartolomé Colón y a Juan de Porras, tesorero de Vizcaya.
En dicho documento aparece citado como almirante, virrey y gobernador de las islas y tierra firme de las Indias descubiertas y por descubrir.
Nombró a su hijo Diego como heredero por ser el primogénito, según la costumbre al uso, citando a doña Beatriz como la madre de Hernando, lo que venía a atestiguar que nunca se casaron.
El 20 de mayo de 1506, Cristóbal Colón murió en una humilde casa de Valladolid. El hombre controvertido, autodidacta y gran observador que llegó a descubrir un Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492 y que, además, fue el primer almirante, virrey y gobernador de las Indias, y a su vez enseñó a los hombres de mar de su tiempo el camino a seguir para ir y volver de América, terminó su azarosa vida rodeado de la más absoluta soledad. El conductor de la más extraordinaria de las expediciones, el gran descubridor ante los ojos de todos los europeos, murió sin saber exactamente cuán importante había sido su hazaña.
Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descamación, mediante el cual se quita toda la carne de los huesos. Se le enterró inicialmente en el Convento de San Francisco  (Valladolid) y, posteriormente, sus restos reposaron en el Monasterio de la Casrtuja en Sevilla
Por deseo de su hijo Diego, fueron trasladados de nuevo en 1542, esta vez a Santo Domingo. Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladaron otra vez a La Habana y, tras la guerra de la independencia de Cuba en 1898, sus restos se trasladaron por última vez hasta la Catedral, donde reposan en un suntuoso catafalco de Sevilla.
El continente que debió llevar su nombre fue bautizado por error con el nombre del navegante Americo Vespuccio. A Cristóbal Colón no se le hizo justicia en vida, ni tampoco en el curso de la historia.