CRISTOBAL COLON (1451 – 1506)


(1ª Parte)


Nacido en el seno de una familia humilde (su padre fue tejedor y comerciante), el genovés Cristóbal Colón fue navegante, almirante, virrey y gobernador general de las Indias al servicio de Castilla, pero realmente se hizo famoso por haber protagonizado en el año 1492 un acontecimiento sin precedentes en la historia de la humanidad: el descubrimiento de América.
Su origen siempre fue un enigma sobre el que no ha existido unanimidad entre historiadores e investigadores, entre otras razones por la confusión y pérdida de documentación referente a sus orígenes y ascendencia. Además su propio hijo,Hernando Colón,  en su "Historia del almirante Don Cristóbal Colón" oscureció aún más su patria afirmando que su progenitor no quería que fuesen conocidos. Por ésta, entre otras razones, han surgido múltiples teorías sobre el lugar de nacimiento de Colón, siendo muchos países los que se han disputado ser la cuna del gran navegante, asegurando que su origen era griego, portugués, judío, inglés, corso, noruego o croata. Incluso en España han existido investigadores que han llegado a manifestar que procedía de Baleares, Cataluña, Andalucía o Galicia. La tesis apoyada mayoritariamente mantiene que nació el 1451 en Savona, en la República de Génova. Sus padres fueron Doménico Colombo y Susanna Fontanarrosa y de los cinco hijos del matrimonio, sólo dos de ellos, Cristoforo y Bartolomeo, tuvieron pronto vocación marinera. Existen actas notariales y judiciales que defienden esta tesis. Además, el mismo Colón declaró ser genovés, en el documento denominado "Fundación de Mayorazgo" e investigadores a principios del siglo XX en el Archivo de Simancas, documentos  que, según ellos, mostraban la autenticidad de este documento.
Sobre su lengua materna también existe disparidad de criterios ya que, según los investigadores es un importante apoyo para una u otra teoría sobre su ciudad natal. Para tratar de fijar sus orígenes reales, se han dado diversas razones en todos los sentidos. La mayor parte de sus escritos están en castellano, pero con evidentes giros lingüísticos procedentes de otras lenguas de la península Ibérica que muchos coinciden en señalar como portuguesismos. Algunos historiadores llegaron a manifestar al respecto que se trata del típico hombre de la mar que se expresa en diversas lenguas sin llegar a dominar bien ninguna de ellas. Según la teoría del origen genovés, la más apoyada por los historiadores, Cristóbal Colón sería la castellanización del italiano Cristoforo Colombo. A tenor de esa hipótesis, su educación literaria fue escasa y se introdujo en la navegación a temprana edad. De ser cierta esta teoría, entre 1474 y 1475 habría viajado a la isla Quios, posesión genovesa en el mar Egeo, marino y probablemente también como comerciante. Por otra parte, su hijo, Hernando Colón, también aseguró que su padre aprendió letras y estudió en Pavía, lo que le permitía entender a los cosmógrafos.

COMO SE GESTÓ LA “AVENTURA DE LAS INDIAS”
Resulta difícil estimar cuando nació el proyecto de llegar a Cipango (el moderno Japón) y a las tierras del Gran Khan navegando hacia Occidente, pero puede fecharse después de su matrimonio y antes de 1481. Muy probablemente tuvo conocimientos de los informes del matemático y médico florentino Paolo del Pozzo Tocanelli sobre  la posibilidad de llegar a las Indias por el oeste, redactados a instancias del rey de Portugal, Alfonso V,  interesado en el asunto.
Sea como fuere, Colón tuvo acceso a una carta de Toscanelli que iba acompañada de un mapa en el que se trazaba el trayecto a seguir al oriente asiático, incluidas todas las islas que se suponían debían estar en el recorrido. Este mapa y las noticias de Toscanelli estaban basados principalmente en los viajes de Marco Polo. Señalaba este último que entre el extremo occidental de Europa y Asia la distancia no era excesiva, estimando en torno a 6.500 leguas marinas el espacio entre Lisboa y Quinsay, desde la legandaria Antilia a Cipango sólo 2500 millas, lo que facilitaba la navegación.

Al respecto, los libros que se conservan de la biblioteca de Colón aportan luz sobre lo que influyó en sus ideas, dada su costumbre de subrayar los libros y se deduce que los más subrayados serían los más leídos. Entre los que tienen más anotaciones están el Tractatus de Imago Mundi de la Historia Rerum ubique Gestarum de Eneas Silvio Piccolomini y especialmente Los Viajes de Marco Polo, le dieron la idea de cómo era el Oriente que soñaba encontrar. Al parecer, Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano Oriente (las Indias) dede Europa viajando hacia el Oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito.[]  En aquella época, los portugueses estaban buscando una ruta directa a Asia Oriental bordeando África y se habían otorgado el monopolio de la navegación por el Atlántico a excepción de las islas Canarias.
En realidad la historia más documentada de Cristóbal Colón comienza en 1476, cuando alcanzó las costas portuguesas, al parecer víctima de un naufragio. Viajando rumbo a Inglaterra, su nave se vio inmersa en una batalla entre mercantes de caucho y corsarios que les asaltaron. Se salvó a nado y alcanzó las costas del Algarve.. Desde allí partió a Lisboa, en busca de la ayuda de su hermano Bartolomé y de otros navegantes conocidos.
Llegó a vivir en Portugal hasta 1485 como agente de la casa Centurione de Madeira y realizó numerosos viajes con destinos variados, incluida Génova, Inglaterra e Irlanda. Posiblemente en este viaje, en el año 1477, llegó a Islandia y escuchó leyendas de un camino hacia Terranova viajando hacia el Oeste. Parece que también viajó por las rutas que los portugueses frecuentaban en las costas occidentales de África como Guinea y habría estado en las Canarias, lo cual implica que también conocería la "Volta da Mina", ruta que seguían los marineros portugueses cuando regresaban a su país desde el golfo de Guinea y con ello los alisios del Atlántico.
Entre 1479 y 1480 contrajo matrimonio con doña Felipa Moñiz, hija del colonizador de las islas Madeira, Bartolomé de Perestrello. Una vez casado vivió en Porto Santo y en Madeira, lo que hace suponer que viajara también a las Azores. Su relación con Felipa, de la clase alta portuguesa, le abriría puertas para la preparación de su proyecto, aparte de lograr un mayor prestigio personal y moverse como vecino y natural de Portugal. En 1480 tuvieron su único hijo, Diego.
Entre los años 1483 y 1485 ofreció por primera vez su proyecto al monarca portugués, quien encargó que fuera analizado por una junta de expertos, denominada Junta dos Matemáticos que finalmente desestimó la empresa. Sin embargo, el rey Juan II no quiso que se cerraran totalmente las puertas para futuras negociaciones y posiblemente concediese mayor veracidad al proyecto colombino que el dado por la junta examinadora. Más tarde, se supo que el monarca Juan II envió secretamente una carabela siguiendo el rumbo que Colón había indicado, pero la misma regresó sin haber conseguido llegar a ninguna tierra desconocida hasta entonces.
Al filo de 1485, tras fallecer su esposa Felipa y por la falta de interés y apoyo a su proyecto, abandonó tierras portuguesas y viajó hacia Castilla en busca de patrocinio.

EL PROYECTO EXPUESTO ANTE LOS REYES DE CASTILLA
Los cronistas de la época y algunos veraces testimonios de los pleitos colombinos reflejaron que Colón llegó a Castilla con su hijo Diego, entrando por el puerto de Palos hacia finales del año 1484 o comienzos de 1485. Según dicha versión, en el vecino monasterio de la Rábida hizo amistad en primera instancia con fray Antonio de Marchena y años más tarde con fray Juan Pérez, a quienes confió sus planes. Los frailes lo apoyaron, recomendándole que hablara con fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel. En la vecina villa de Moguer también encontró el apoyo de la abadesa del convento de Santa Clara, Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico. Colón se dirigió a la corte, establecida por entonces en Córdoba, y entabló relaciones con importantes personajes de la nobleza.
A pesar de que el Real Consejo rechazó su proyecto, merced a la influencia de Hernando de Talavera consiguió ser recibido en enero de 1486 por la reina Isabel, a quien expuso sus planes. La reina se interesó por la idea, pero quiso que, previamente, un Consejo de doctos varones, presidido por el propio Talavera, diera un dictamen sobre la viabilidad del proyecto, mientras asignaba a Colón, escaso de recursos, una subvención de la Corona.
En la Universidad se reunió el Consejo y, basándose en la circunferencia aceptada de la Tierra desde Eratóstenes, que era de 252000 estadios (tomando el estadio egipcio, tendría un error del 1% sobre la medida aceptada ahora de 40.000 kilómetros) dictaminó que la distancia que había a las verdaderas Indias era excesiva y determinó la viabilidad del proyecto como absolutamente imposible. También parece que las exigencias económicas y políticas expuestas por Colón eran muy altas, como se vio en las Capitulaciones de Santa Fe de Salamanca.
No obstante, la reina llamó entonces a Colón, diciéndole que no descartaba por completo su plan. Mientras el navegante aguardaba una respuesta, se dedicó a vender mapas y libros para mantenerse económicamente.
Conoció en esa época a la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, que vivía con un primo y trabajaba como tejedora. Nunca se casaron, aunque a su muerte Colón dejó escrito que su primer hijo, Diego, la tratara como a su madre verdadera. Tuvieron un hijo, Hernando, quien viajó con su padre a América en su cuarto viaje y años más tarde escribió la Historia del Almirante Don Cristóbal Colón, una biografía de su padre quizás excesivamente elogiosa.
Hernando de Talavera le recomendó ofrecer su proyecto a Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, quien se mostró interesado y acogió a Colón durante dos años en su palacio del Puerto de Santa María. Sin embargo, al ser consultada, la reina mandó llamar a Colón y le prometió ocuparse de su proyecto tan pronto como se terminara la conquista de Granada.
En diciembre de 1491, Colón llegó al campamento real de Santa Fe de Granada. Su proyecto fue sometido a una nueva junta convocada por la reina, pero nuevamente se rechazó. Parte importante de la oposición era por las exigencias desmedidas de Colón. En esos momentos intervinieron Luis de Santángel y Diego de Deza, quienes ganaron para su causa al rey de Castilla, consiguiendo su apoyo.
Lo cierto era que las arcas reales, debido a las distintas campañas bélicas y en especial la toma de Granada, no pasaban por sus mejores momentos, es por ello que el escribano Luis de Santángel, se ofreció a prestar el dinero que le correspondía aportar a la corona, 1.140.000 maravedíes. Consta en el archivo de Simancas la devolución de esta cantidad a Luis de Santángel.

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE
Las negociaciones entre Colón y la Corona se realizaron a través del secretario
de la Corona de Aragón, Juan de Coloma, y de fray Juan Pérez, en representación de Colón. El resultado de las negociaciones fueron las Capitulaciones de Santa Fe, del 17 de abril de 1492. Por este documento, Cristóbal Colón obtenía las siguientes prebendas:

v     El título de Almirante en todas las tierras que descubriese o ganase en la mar Océana, con carácter hereditario y con el mismo rango que el Almirante de Castilla.
v     El título de virrey (hereditario) y gobernador general en todas las islas o tierras firmes que descubriera o ganara en dichos mares, recibiendo el derecho de proponer temas para el gobierno de cada una de ellas.
v     El diezmo (diez por ciento) del producto neto de la mercadería comprada, ganada, hallada o trocada dentro de los límites del Almirantazgo, quedando un quinto para la Corona.
v     La jurisdicción comercial de los pleitos derivados del comercio en la zona de su Almirantazgo, según correspondiese a tal oficio.
v     El derecho a contribuir con un octavo de la expedición y participar de las ganancias en esa misma proporción.

Las Capitulaciones fueron firmadas en Santa Fe de Granada el 30 de abril de 1492, a la vez que se concedía a Colón el título de don.
Se despacharon, además, diversas cédulas para la organización del viaje. Según una de ellas, Colón sería Capitán Mayor de la Armada, constituida por tres navíos. Otra cédula era una Real Provisión dirigida a ciertos vecinos de la villa de Palos y decía que debían proporcionar dos carabelas equipadas y tripuladas como pago de una sanción impuesta a dichos vecinos.

LOS PREPARATIVOS DE LA GRAN AVENTURA DE LAS INDIAS
Cuando Colón llegó a la villa de Palos se encontró con la oposición de los vecinos, que desconfiaban del extraño. La Real Provisión dirigida a Diego Rodríguez Prieto y otros vecinos de la villa, en la que los sancionaba a servir a la Corona con dos carabelas durante dos meses, fue leída en la puerta de la Iglesia, donde estaba situada la plaza pública. También hubo problemas en el reclutamiento de marineros, por ello Colón recurrió a una de las provisiones expedidas por los monarcas en la que se le concedió permiso para reclutar marineros entre los encarcelados, aunque finalmente esto no fue necesario. Por fin, los religiosos de La Rábida, en especial fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena, lograron solucionar el problema de la recluta de marineros, al poner en contacto a Colón con Martín Alonso Pinzón, destacado navegante local, que apoyó la posibilidad del viaje, contra lo que la gente pensaba del proyecto. También Vázquez de la Frontera, viejo marino de la villa muy respetado por su experiencia y amigo de Martín Alonso, influyó de manera importante para que el mayor de los Pinzon se decidiera a apoyar la ambiciosa empresa de San Jorge.
Martín Alonso aportó de su hacienda personal medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa. Asimismo desechó los barcos que había embargado Colón y despidió también a los hombres que éste había enrolado, escogió para la empresa otras dos carabelas, la Pinta y la Niña, ya que sabía que eran muy aptas para el oficio de navegar porque las tenía arrendadas, hizo partícipes a sus hermanos y, además, fue por Palos, Moguer y Huerlva, convenciendo a sus parientes y amigos de que se enrolasen, consiguiendo con ello la tripulación necesaria. Destacadas familias de marineros de la zona se unieron a la empresa, como los Niño de Moguer, los Quintero de Palos y otros marinos de prestigio que fueron decisivos para el definitivo reclutamiento de la tripulación.
La noche del 2 de agosto de 1492, el sueño de Cristóbal Colón de llegar a las Indias empezó a convertirse en realidad. Al alba, las carabelas iban a partir en busca de un nuevo mundo.

                                               Continuará